Divulgación: la Excusa Comunicativa en el Modelo de Conexión

A vueltas con el Modelo de Conexión entre pequeños productores y clientes de proximidad que publiqué hace unos días y, de nuevo, ataco con el primer paso del Modelo, el Paso de Divulgación.

Modelo de Conexión
Es una rueda de movimiento continuo.

En el post anterior, empecé a desgranar este primer paso, concretamente hablé de la importancia de definir qué recursos tenemos para poder sentar las bases de nuestra comunicación. En este segundo post -en realidad, tercero– sobre el modelo, quiero hablar de los distintos actores que pueden acompañar a los productores en este Paso de Divulgación y también quiero aclarar un concepto al que llamo Excusa Comunicativa y que puede ayudarnos a enganchar a alguno de estos actores.

Empezaré por los actores.

Administraciones Públicas

La Administración tiene la obligación de apoyar a los sectores Primario y Secundario. De hecho, tiene la obligación de apoyar a todos los Sectores y a la población en general, pero no quiero desviarme.

En Catalunya, Prodeca desarrolla esta tarea de apoyo a la profesionalización, ofreciendo asesoramiento, conocimiento, acompañamiento en la definición de estrategias… etc. Probablemente los productores opinen –y probablemente tengan razón- que es necesario obtener más ayudas. Pero hay que pensar que la Administración hace todo lo que puede –para luego exigir que haga más–. En cualquier caso, si somos realistas, pocas cosas pueden hacer los productores para convencer a la Administración de un mayor apoyo. Pero realismo no significa resignación, no quiero dar ese mensaje. Creo que sí hay cosas que pueden hacer los productores para ejercer una mayor presión sobre la Administración y algunas de ellas son organizarse y agruparse. Hasta ahora hemos visto agrupaciones con criterio territorial y sectorial –por ejemplo, este mapa elaborado por el Consell Comarcal del Vallès Oriental– pero, ¿por qué no existe una agrupación multisectorial de pequeños productores? El trabajo es complejo, sin lugar a dudas, porque la atomización de los pequeños productores es tremenda, pero no me cabe duda de que es necesario que la Administración encuentre un interlocutor poderoso.

Uno de los casos más brillantes que yo conozco está sucediendo en el Pallars Jussà y, concretamente, en Tremp. Desde el Ayuntamiento de esta localidad se lleva a cabo un programa de dinamización agroalimentaria admirable. Al teu gust reúne a productores de cordero, vino, aceite, licores, cerveza, quesos, miel, plantas aromáticas… pero también a restaurantes y a comercios. Además de este poder de cohesión intersectorial de prácticamente toda la cadena, que no es poco, desde el programa se desarrollan estrategias a corto plazo. Un ejemplo es este programa de compra o venta anticipada de producto del Pallars desarrollado a propósito de la alerta por la Covid19. Pero también se piensa a largo: un ejemplo son las jornadas Cordevi, dedicadas al cordero y al vino, que llegaron en 2019 a su séptima edición, y que sirven de plataforma para dar a conocer el territorio y a sus productores. Seguro que hay más ejemplos de dinamización por parte de la Administración –se pueden ver grandes stands en las Ferias Gastronómicas cada año, ¿se quedan en fuegos artificiales?– pero este me parece muy sólido, enfocado y bien dirigido. ¡Ojalá sirva como ejemplo e inspiración para otras Administraciones!

Organismos Privados

Si encontrar ejemplos de actuación de la Administración resulta complicado, encontrarlos en el sector privado es todavía más difícil. Existen iniciativas: Arran de Terra reúne a los payeses que practican o quieren acercarse a la agroecología. En un sentido más amplio, la plataforma Pam a Pam reúne a un montón de pequeños productores y comerciantes de toda Catalunya y les da visibilidad a través de su web –¿por qué no un Pam a Pam exclusivo del primer y segundo sector?. Pero sería deseable que organizaciones de gran calibre se involucren en el tema. Pienso en algunas organizaciones de financiación semi pública, como Basque Culinary Center, de las que se podría esperar que devolvieran a la sociedad, de forma directa y con acciones concretas, parte de la inversión pública recibida –lo hacen indirectamente a través de la formación–.

El ejemplo paradigmático y en positivo, como comentaba en el primer post dedicado al Modelo de Conexión, es Benvinguts a Pagès, la iniciativa promovida por Fundació Alicia y en la que participa Prodeca. Es una acción clara, directa, pensada desde la Comunicación y ejecutada con una indudable vocación divulgativa: acercar la gente de ciudad a lo agro. desde aquí, toda mi admiración, solo espero que pronto se sumen actores públicos como IRTA. De la colaboración entre lo público y lo privado nacen grandes cosas.

Periodistas y Comunicadores

No es función de los periodistas, ni de este difuso grupo que defino como comunicadores y que incluye desde influencers a expertos en determinadas áreas de conocimiento, dar soporte a ninguna industria. Pero sí es su función cubrir eventuales noticias, novedades e informaciones de interés. Los productores se encuentran aquí con varias dificultades. ¿Cómo llegar a los periodistas? ¿Cómo hacerles conocer temas informativos de interés? ¿Cómo generar estos temas? Las respuestas son complejas y, probablemente, para resolverlas los productores necesiten la ayuda de profesionales o agencias de comunicación especializadas en el sector gastronómico. En ocasiones acompañará la Administración –es lo que ocurre en el Pallars– y tampoco es descabellado que los productores que se vena capaces lo intenten por sus propios medios –muchos periodistas y comunicadores tienen perfiles en Redes Sociales, es una forma sencilla de aproximarse a ellos–. En cualquier caso, desde mi punto de vista no es cómo acercarse a estos perfiles sino saber qué narices les vamos a contar. Esto es lo que yo llamo Excusa Comunicativa y puede ser inherente o bien generada.

Excusa Comunicativa

Voy a poner un ejemplo personal que nada tiene que ver con pequeños productores, sino con mis hermanos y el restaurante que tuvieron en Barcelona durante un par de años.

Mis hermanos se embarcaron en la aventura de abrir un restaurante, uno se puso al frente de la cocina y el otro al mando de la sala. Ambos esperaban que les ayudara con la Comunicación y por supuesto no dude ni un momento en hacerlo: estando algo conectado con el mundo gastronómico de Barcelona, no me costaba nada tirar de agenda telefónica. Sin embargo, tarde mucho en hacerlo. ¿Por qué? Porque no sabía qué comunicar a mis colegas. No podía llamarles y decirles: “Hey, mis hermanos han abierto un restaurante”. ¿Cuál es el titular ahí? ¿Por qué un periodista iría a visitarles? Por amistad y cortesía, claro, pero eso no iba a ser productivo o por lo menos así lo creía yo.

Tardamos unas semanas, en encontrar qué íbamos a comunicar. Un tiempo algo desesperante, porque la naturaleza humana, impaciente, pide a gritos decir algo cuanto antes. Y sin embargo… ¿qué íbamos a decir? Creo que los tres lo vimos claro un día que mi hermano cocinero sacó un plato tremendo. Era un guiso, muy tradicional, una albóndiga de carne servida sobre un suquet de pescado y acompañada de calamar y yema de huevo, si no recuerdo mal. Ante aquél plato vimos la línea del restaurante: platos de cuchara. Eso íbamos a comunicar y aunque parezca una obviedad y algo muy manido, en Barcelona y en aquél momento, los guisos y platos de cuchara, estaban muy buscados por la prensa –yo creo que la cosa sigue igual, no hay mucho guiso en Barcelona–. Aquél plato fue nuestra excusa comunicativa y funcionó. Está mal que lo diga pero muchos de mis colegas lo publicaron porque les pareció una historia interesante.

En el post anterior mencionaba El Marí, un queso deMas Marçé que se lava con agua del Cap de Creus: con esa excusa comunicativa me engancharon a mi hace muchos años para escribir sobre ellos –“¿Un queso lavado con agua de mar? Quizá haya otros, pero no los conozco”; me dije y me pareció una historia relevante–.

A veces sucede que no sabemos qué Excusa Comunicativa tenemos –o sí tenemos una–, de ello hablaba en el post anterior, donde además sugería técnicas para crear una.

Otras veces sucede que la tenemos enfrente y no la reconocemos, en estas ocasiones quizá nos ayude el punto de vista de alguien que viene de fuera, porque lo que para nosotros es cotidiano para otro es excepcional.

Antes de la pandemia, en Unto estábamos trabajando para dar a conocer el Museo de la Conserva de San Adrián (Navarra), un proyecto muy interesante creado por la conservera El Navarrico, cargado de emotividad y dedicado a la gente del pueblo, que debe entenderse dentro del contexto del Patrimonio y el Turismo Industrial. El proyecto está suspendido debido a las circunstancias actuales, aunque espero que podamos volver a él cuanto antes. El caso es que los responsables de El Navarrico habían impulsado este proyecto maravilloso pero no lo habían valorado como una excelente Excusa Comunicativa.

¡Lo es y en breve espero poder contarlo desde Unto!

Un comentario final: las Excusas Comunicativas tienen fecha de caducidad, hay que renovarlas: nuevas Excusas permiten nuevas Oportunidades de acercarnos a los periodistas y comunicadores.

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